Small grasshoppers.

lunes, 17 de octubre de 2011

24. Alex

¡Hola gente!



¿Qué tal este primer mes de clases? Espero que muy bien.



Espero que echárais de menos a Alex y Lali tanto como yo echaba de menos tener un rato libre para ponerme a escribir.


Pero antes que nada os quiero enseñar la sesión de Miquel, con la colaboración de la genial y maravillosa Rosa Castillo. Se llama Cor de Fang (Corazón de Barro) y es una auténtica pasada.


Y bueno, después de esto, os dejo con Alex. ¡¡Un saludo!!













Fotógrafa: Rosa Castillo



Modelo: Miquel Mas Fiol.





Han pasado días, y semanas, y este final de verano no está siendo nada bueno. Se supone que tendría que estar disfrutando de fiestas, música, playa, bici, moto... Y no, me paso las horas encerrado en el hospital, acompañando a Lali.



A veces ríe. Una vez cada cuatro días, quizá cinco. Sus ojos están en compañía de unas ojeras que no parecen reales, y se han vuelto tristes y más profundos de lo que ya son. Tan grises siempre, tan perdidos, tan húmedos. Suele estar despeinada, y solo sale del hospital para descansar, nada más. ¿Pero sabéis qué? Sigue siendo bella, cuando la contemplo sin que se de cuenta, con la mirada en ningún sitio, cuando busco esa Lali que no sigue ahí. Entonces ella me mira y sonríe débilmente, y se le vuelven a inundar los ojos. Yo corro a su lado e intento besarla, pero no me corresponde. La extraño...



Ahora mismo llego a casa. Me asusto. Hay coches de policía aparcados. Me dirijo hacia el portal y cuando entro en casa, veo a mi madre, tapada con una manta, desconsolada. Un médico, una enfermera y varios policías la atienden.



-¡¿Qué está pasando aquí?!-grito sobresaltado.



Nadie me contesta, todos están sorprendidos, solo mi madre intenta pronunciar alguna parabra leve.



-Por favor, cálmese.- Me dice una mujer con ropa negra y amarilla.



-¡No, no quiero calmarme! ¡Cómo quiere que me calme si mi madre está sangrando, si mi casa está infestada de policías, y se oyen las sirenas desde varias manzanas! ¿Y mi hermana? ¡¿Dónde diablos está Arantxa?!



-Señor, si se calma le ...



-¡¿Ha sido mi padre verdad?! Ha sido ese im...



Digo cosas sin sentido, vomito palabras, expresiones, insultos. Mi madre llora, todo da vueltas, mi corazón va a explotar, y mis pulmones. ¿Qué está pasando? Me llevo las manos a la cabeza, me mareo. ¡Joder! Toda mi vida pasa por mi cabeza como fotografías, cada risa y cada llanto, todas esas veces que admiré a mi padre. Y ahora... ahora le odio.



La gente se ha callado, me ha dejado que me calme yo solo. No me agobian. Mi madre está fuera, en la ambulancia. Estoy sentado, con los codos en las rodillas y las manos frotandome la cara y los ojos. Respiro.



-¿Está mejor?- me pregunta la misma policía que hace unos minutos ha intentado calmarme.



-Sí, explíqueme que está ocurriendo.- le digo seco, con la voz entrecortada.



-La señora Miriam ha sufrido un grave maltrato. Gracias a un vecino llegamos a tiempo, antes de que su esposo le quitara la vida, que estaba muy bebido. No se preocupe, por suerte le cojimos a tiempo y ahora está en comisaría. Su madre se recuperará, pero tendrá que estar un tiempo en tratamiento psicológico.



-¿Y mi hermana?



-La niña está en buenas manos, la tienen nuestros pedagogos. Le están haciendo algunas preguntas por si ella también tiene que someterse a dicho tratamiento.



Me quedo pensando. Y mi odio hacia mi padre aumenta. Ojalá se pudra en la cárcel. Para siempre, sin piedad. Y ojalá yo hubiera sido lo suficientemente valiente como para defender a mi madre cuando tocaba. Miro el piano. Recuerdo aquella vez ... cuando por fin lo supe todo. ¿Por qué no hice algo antes? Suspiro.



-Alejandro, tranquilícese, todo ha acabado.



-Gracias por su ayuda. ¿Qué debo hacer ahora?



-¿Ahora? Ser fuerte.



Miro a esa mujer sorprendido, con lágrimas en los ojos. Su contestación me ha llegado, me ha dado un rayo de esperanza. Pero la rabia y el odio vuelven a apoderarse de mi. Entonces recuerdo. Tengo un asunto pendiente.



****



Paramos la moto en un callejón. Hay un garaje abandonado. Todo está lleno de graffitis. Marcos se quita el casco y me lo da. Lo guardo. Nos miramos.



Un grupo de gente, todos con la piel morena. El primero en vernos es Axel, el hermano de Ana Cristina. Se le dibuja una expresión seria en la cara y se acerca hacia nosotros corriendo.



-Oír chicos, os lo digo por vuestro bien, iros de aquí, son peligrosos.



-Es tarde.-le contesta Marcos.



-¡Pueden mataros!- intenta detenerle Axel, pero ya es demasiado tarde.



Todos se han acercado a nosotros. Son curpulentos y sucios, al revés de Axel. Tengo miedo. Pero no, no puedo tenerlo, sé que mi plan saldrá como esperaba.



-Así que este ha llegado buscando pelea...- comenta uno.- no le bastó con la paliza del otro día y la pupita que le hicimos a su "amiguita".



Todos ríen, crueles. Miro a Marcos, está furioso, está rojo de odio.



Desde que me dijo su plan de venganza en el hospital, no lo tenía claro, ahora ya sí. Es una locura lo que piensa hacer, por suerte, no tendrá tiempo.



-¡¡Imbéciles, por vuestra culpa ella está ahora en el hospital!!- dice sulfurado. Respira rápido.- Sois unos cobardes, por hacerle eso a una mujer, a una persona más frágil e indefensa. La quiero, y si alguno de vosotros sabe lo que es eso, querer, tendríais el valor de entregaros. Sino, aquí estoy, dispuesto a luchar.



Hay algunas chicas por detrás. Entre ellas diviso a Ana Cristina, que mira a Marcos con un halo de ... nostalgia. Todas tienen las mismas pintas. Muy sexis, pero muy infelices.



-Muy bien. Pues si quieres luchar, luchemos, pero vamos a hacerlo bien. -dice uno. Esas son las únicas palabras que le salen al hombre que le pegó a Elena. Está perplejo, pero lo intenta disimular en vano.



Marcos se gira hacia mi.



-Tío, no me dejes, pase lo que pase, no te vayas.-me susurra.



Pienso en mi padre por un momento. Sus actos han contribuido a mi sabiduría, por eso sabía lo que tenía que hacer en esta situación.



Todos hacen un corral, y varias chicas están a mi alrededor. Ana Cristina se pone en medio de ellos mientras se preparan. Su pantalón ceñido y su escote atrae todas las miradas, incluso la mía. Es muy vistosa, por decirlo de alguna manera. Marcos se prepara, se estira. La chica mira a Marcos, le tira un beso y le guiña un ojo, cínica. Luego se dirige hacia el luchador de su grupo. Le coje la mano y la pone en su trasero, y lo besa, a pesar de que es mucho mayor que ella. Se podría decir que lo ... motiva. Luego veo como le dice algo al oído. Le leo los lábios. "Mátalo".



No guapa, no va a ser tan fácil, pienso.



Ana Cristina se lleva un silvato a la boca y sopla con fuerza, pero ese sonido se mezcla con otro.



Las sirenas de la policía cada vez se oyen más cercanas. Sonrío como pocas veces lo he hecho. Miro a Marcos. Me mira. Luego observo a Ana Cristina, y ella me corresponde. Asustados, todos empiezan a correr por todos lados y a intentar huír. Ella se acerca a mi, que sigo sonriendo.



-Tendría que haberlo matado, igual que a la zorra de su novia. -me dice con rabia, remarcando su acento latino.



-Por suerte, no ha sido así. -le digo con un tono irónico, como si no me hubieran dolido esas palabras hacia Elena. La cojo con fuerza de la muñeca, y ella se sobresalta.



-Suéltame.



-Petición denegada.-sonrío, y luego desvío la mirada hacia un agente que viene hacia mi.-Tenga señor, una de las aliadas, se la puede llevar.



-Gracias Alejandro, esto no hubiera sido posible sin usted. Le agradezco que nos haya dado la idea del micrófono y la videocámara, para ver y oír todo lo que ocurría y llegar a tiempo.



-No hay de qué, señor, esto ha sido más bien algo personal.



-De nuevo, gracias.- insiste estrechandome la mano.



Me acerco a Marcos, que está aun en otro mundo al ver todo lo que ha ocurrido.



-Gracias ¿pero por qué no me lo habías dicho?.- susurra, casi para sí mismo.



-Para que todo saliera bien, y para que no te preocuparas.



Me mira llorando. Nos abrazamos.



-Todo ha acabado tío.



-No, Elena sigue en el hospital.



Suspiro y le froto el hombro.



-Anda, vayámonos.

3 comentarios:

  1. :O! ¡Este capitulo me ha encantado! Por fin los Latineros dejarán de molestar a todo el mundo. Y también me alegro de que metan al padre de Alex a la cárcel, se lo merece por todo lo que ha hecho pasar.
    Espero ansiosa el próximo capitulo. Un beso. ^^

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  2. Al fin parece que todo se va poco a poco solucionando, los Latineros pillados, el padre de Álex en la cárcel.. espero que Elena se recupere y las cosas se terminen de estabilizar :)
    ¡Un beso!

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  3. Tienes un premio en mi blog. Besos.
    http://ahoraqueteconocinuncamesepararedeti.blogspot.com/

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