Fotógrafo: Miquel Mas Fiol
Ya hemos bajado todas las maletas. La puerta de una pequeña casa blanca con ventanas de madera se abre, y de allí sale mi prima Elena corriendo; detrás viene mi tía sonriente.
-¡Prima Lali!- se echa sobre a mi a abrazarme.
-¡Elena!
Yo también la abrazo, hacía mucho que no la veía.
Siento como su paliza de besos está más cerca de mi oreja que de mi mejilla, pero prefiero no decirle nada y disfrutar de ese momento. Deja de abrazarme y veo como me sonríe; ya le habían quitado los aparatos de los dientes. Ha cambiado mucho desde la última vez que la vi. Ya no está gordita como hace unos años, y es un poco más alta que yo, como siempre, a pesar de que le saco un año. Tiene la cara alargada y la piel dorada, debida al sol veraniego, y sus ojos azules son los más bonitos que hay en mi familia, casi iguales que los de mi tío. Su pelo rubio y ondulado le llega por los hombros, y lo tiene agarrado a un lado con una horquilla de flores, a juego con el vestido que lleva. No va maquillada, solo lleva un simple brillo de labios incoloro y algo de rimel, aunque tampoco necesita maquillarse. Es una de las chicas más guapas que hay en mi familia, en cambio yo, soy todo lo contrario.
-¡Estás guapísima Elena!- le digo apartándole el pelo del hombro.
-¿tú te has visto? Dios mío, cómo has cambiado.- me contesta entusiasmada.
Mi tía Clara se me acerca por detrás de Elena y viene a saludarme, me abraza con fuerza.
-Espero que te lo pases bien este verano con nosotros.- me dice mientras me acaricia la barbilla.
-Estoy segura de que sí, voy a estar muy bien con Elena.
En cierto punto, mi prima se parece más a su padre. Su hermano mayor, Felipe, más se parece a Clara, la mujer de mi tío.
-Oye, Elena, ¿dónde está tu hermano Felipe?- le pregunto mientras ella saluda a mis hermanos y a mis padres.
-En Oxford estudiando, viene mañana por la noche.
Felipe acaba de cumplir los dieciocho años, y se ha ido un año a estudiar inglés a Londres. Mañana vuelve para pasar el verano con su familia, en Septiembre volverá a irse.
Entramos todos en casa y Elena me ayuda a subir las maletas a su cuarto.
Es una habitación de pareces rosadas, con un escritorio y un ordenador de mesa.
Delante tiene un bloc de corcho lleno de apuntes, fotografías, y horarios de cursos pasados.
En el escritorio hay lápices algo desordenados, y algunos cajones.
Hay dos camas, la suya, y en la que dormiré yo hasta que acabe el verano.
-Esa es tu cama, la que está al lado de la puerta.- me dice mientras me señala una cama con sábanas de flores.
Entre las dos camas hay una mesita de noche con una lámpara, y muchas fotos en la pared.
Al lado de la otra cama y al lado de una ventana que da a un balcón pequeño, hay un tocador de madera, también con tonos rosados. Hay un espejo ovalado, y está desordenado, lleno de maquillaje y papeles. Elena se sienta en un taburete giratorio que está enfrente del tocador.
-Bueno, cuéntame, dime qué es de tu vida.- me dice sonriéndome.
-Pues en general bien. Se me dan mal las mates, no tengo novio, y voy a pasarme todo el verano dándote la lata.
Se ríe exageradamente.
-Oye, ¿y por qué habéis tardado tanto tía? ¡El aeropuerto no está tan lejos!
-Pues se ha liado una en la carretera ...-murmuro.- Resulta que casi tenemos un accidente, porque un tío se nos ha cruzado con el coche cuando teníamos preferencia y se han puesto a pelear. Luego yo me he bajado del coche y me he puesto a discutir con un chico más o menos de nuestra edad, y han acabado poniéndole una multa a cada conductor.- le explico.
-¡¿Una multa?! Joder, cuando se entere mi madre ...
-¿Tía Clara? no creo que diga nada.
-No la conoces.- me responde muy seria.
Antes de que le pudiera contarle lo que me ha pasado con ese chico de la carretera, se oye una voz que viene desde abajo.
-¡Niñas! ¿Podéis ir a comprar el pan?- se oye como nos llama la madre de Elena.
Mi prima me mira y hace una mueca diciéndome "qué pesada".
-¡Ya vamos!- contesta mirando a la puerta. Ahora mi mira a mí.-¿Sabes montar en bicicleta?
****
Diez minutos después vamos pedaleando tranquilamente por la calle, apenas sin coches, cuando se nos cruza un chico que llama la atención de mi prima.
-¡Marcos!- le grita saludando con la mano.
El chico se gira y sonríe mientras mi prima se para; yo también lo hago. Dejamos las bicicletas apoyadas en una farola.
-¡Eh! ¿Qué tal?- le dice el chico acercándose.
-Pues bien. Mira, os presento, ella es mi prima Lali. Lali, él es Marcos.
-Encantado.- me sonríe y me tiende la mano.-bonito nombre.
Me fijo en el tatuaje que lleva en el hombro. "Karpe Diem" con una enredadera.
-Gracias. Bonito tatuaje.- le digo devolviéndole el cumplido.
Vuelve a mirar a mi prima.
-¿Dónde vais?
-A comprar pan. Lali y su familia acaban de llegar de Madrid y vamos a comer. ¿Y tú de dónde vienes?- le contesta Elena
-Pues vengo de casa de Alex, que acaba de llegar.-Ese nombre se me clava por los oídos.-Le he dicho que venga esta noche a la verbena. Me imagino que vosotras también vendréis ¿no?
-Por supuesto, allí estaremos.-A mi prima se le iluminan los ojos.-Bueno, nos tenemos que ir, nos vemos luego, ¿ok?
-¡Vale, adiós guapas! Encantado, Lali.
-Igualmente.- le digo sonriendo.
Marcos se da la vuelta y se va.
-Oye, ¿de qué fiesta hablabais?- le pregunto extrañada.
-La de esta noche, la verbena. Ven conmigo y mis amigas, ¡por fa!
La miro de reojo, y veo su cara. No es la de esta mañana, se le ha cambiado cuando ha visto a ese chico. Ahora es aun más alegre. En verdad no me apetece mucho, pero quizá, por la ilusión de Elena, merezca la pena ir. Cogemos las bicicletas y seguimos pedaleando, mientras pienso en ese nombre, "Alex", que sin saber por qué, relaciono con el chico de esta mañana.
Booooooooooooooon nadal !
ResponderEliminarTiene muy muy buena pinta esta historia. :D
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola!
ResponderEliminarPues he encontrado tu historia por casualidad y me la he leído enterita, escribes super bien de verdad, y que pongas a Jason Mraz aish es que me encanta ese tío<33
Bueno, que me enrolloxD, te sigo^^
Ah, y feliz navidad, MUAKS!
Beautiful pic!
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